¿Qué estás dispuesto a hacer para que tus propósitos se vean cumplidos?
Sin duda son muchos los propósitos que se adquieren durante el inicio de año y es común que éstos ronden en mejorar la imagen personal. En este inicio de año los gimnasios elevan su índice de inscripciones, los nutriólogos y estilistas tienen más trabajo de lo habitual porque la mayoría quiere mejorar o renovar su imagen. Sin embargo a mediados de año y en ocasiones antes, se vuelve al estilo de vida que se tenía, lo que causa gran conflicto emocional y en definitiva, eso se ve reflejado en la imagen personal que repercute en todo los ámbitos de la vida.
Esto sucede porque en la mayoría de las ocasiones se busca que el cambio impacte únicamente en lo externo y esto deslumbra. pero solo por unos días y no impacta como queremos debido a que no nos renovamos de manera integral por dentro y por fuera. Es importante que tomes en cuenta que para poder lograrlo necesitas más que simple buena voluntad, más que decretos o visualizaciones; requiere en cambio, determinación, fechas específicas y honestidad contigo mismo para saber si estás dispuesto a hacerlo, si cuentas con las condiciones para hacerlo en los términos y en el tiempo que esperas, si se ajusta a tu ritmo de vida, etcétera.
Te puede interesar «5 reglas para concretar tus propósitos de año nuevo».
Si tu objetivo es renovarte, te comparto cómo puedes lograrlo en tres pasos.
- Trabaja en tu imagen interna. Una imagen personal renovada comienza trabajando en alimentar tu mente y espíritu para que en automático se refleje en la parte física. Esto determinará en gran medida el éxito que tendrás. Aprende algo nuevo todos los días, actualiza tus conocimientos, fortalece tus habilidades y tus relaciones interpersonales. En lo profesional te ayudará aprender un nuevo idioma, cursos que te conviertan en un experto en el arte de hablar en público… en fin, siempre hay opciones.
- Después en tu imagen física. Esto va más allá del qué me pongo, cómo me peino y cómo me maquillo (en el caso de las mujeres) y aunque claro que esto tiene mucha importancia, es fundamental conocer cuál es tu tipo de cuerpo, cuál es tu tipo de rostro, cuáles colores te favorecen más, cuál es tu estilo o el que debes manejar en tu entorno laboral. Cuando los conozcas tendrás un punto de partida que fortalezca tu imagen física, porque cada decisión que tomes en torno a ella se reflejará positivamente.
- También mejora tu entorno. Debes tener presente que eres el único responsable de todo lo que te rodea. Si en el lugar donde estás no eres feliz o la gente que te rodea no te inspira, es momento de cambiar. Cambia de amigos, de trabajo o simplemente cambia de actitud.
Te sugiero considerar estos tres pasos al comenzar a trabajar en ello para que más que una ilusión de unos cuantos días, se note y repercuta positivamente en ti para siempre y en cualquier ámbito.
Andrea Preciado 
Deja una respuesta