Definitivamente ningún ámbito laboral puede prescindir de las secretarias, es por eso que cobra mayor relevancia reconocer su labor, sin embargo todos hemos pasado tanto buenas como malas experiencias con este sector, sobre todo por la atención que recibimos.
Es por eso que hoy es turno de hablar de la imagen que debe proyectar este valioso elemento humano, la secretaria.
La imagen física: aunque para muchos es algo superficial, la vestimenta de una secretaria, no solo hablará de la calidad humana de la persona, sino del profesionalismo con el que realice su trabajo y muy importante, la reputación de la empresa o entidad pública donde labora. Independientemente de que tengan asignado un uniforme, hay elementos que deben cuidarse al momento de vestir, por ejemplo, los escotes pronunciados, las minifaldas, los zapatos de tacón superiores a los 8 centímetros y los accesorios muy brillantes, grandes y ruidosos deberán evitarse siempre.
El maquillaje será indispensable pero debe ser lo más natural posible. En lo que respecta al cabello, un peinado clásico será lo ideal y si se usa suelto se cuidará que esté controlado y que por ningún motivo tape en exceso el rostro. Tanto para las secretarias como para cualquier mujer está prohibido salir de casa con el cabello mojado, pues denotará que se es desorganizada con el tiempo y descuidada en su aspecto, y seguramente, horas más tarde, perderá tiempo valioso para tratar de acomodarlo y esto será una señal clara del poco interés que le dan a su trabajo.
La atención: definitivamente una buena atención es lo que todos esperamos al ser recibidos por una secretaria. Una sonrisa amable, contacto visual y un cordial saludo al momento de tener trato directo con las personas y al contestar el teléfono serán la clave.
Conocer ampliamente el lugar donde trabaja es fundamental, ya que una secretaria debe tener la habilidad de atender y resolver peticiones de manera inmediata o por lo menos derivar a las personas al lugar indicado para que sea atendido de una mejor manera. El teléfono no deberá sonar más de tres veces y al contestar incluirá el nombre de la empresa, el nombre de quien contesta y agregar “¿En qué le puedo servir?” O “Gracias por llamar”. Se evitará también dejar en la línea a las personas mientras se continúa con la plática entre compañeros, o mientras está comiendo.
En definitiva, la imagen de una empresa se define por varios aspectos y sin duda, esa persona que contesta la llamada o nos recibe de primer momento, será el referente que nos ayude a definir la percepción que tenemos de cada lugar, gracias a la atención que recibimos de la secretaria, determinaremos como clientes si regresamos o no, a ese lugar.
Andrea Preciado 
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